2006/12/04

Los espacios públicos, espacios de libertad

El domingo pasado varios centenares de ferrolanos, a pesar del tiempo más que desapacible, típico de duro invierno, estuvimos llenando las calles del centro de la ciudad. Reclamamos que nuestros espacios públicos sean considerados por el actual Gobierno municipal un patrimonio común que no puede caer en manos de los especuladores.

Otra forma de entender el urbanismo como un servicio al conjunto de los ciudadanos, que necesitan y reclaman, espacios abiertos, socializados, donde al ciudad exprese su faceta humanística, es decir, su faceta intrínseca como sociedad.

Llevamos años, los ferrolanos, creyendo que los sucesivos gobiernos locales eran peor que los anteriores, y que ya tocábamos fondo. Pero, la verdad, es que el siguiente resultaba siempre peor. Más, cuáles son las señas de identidad de los actuales gobernantes (PP e IF), básicamente, dos: poner toda la ciudad patas arriba, sin una planificación adecuada de las obras - algunas llevan ya años – con una planificación del tráfico rodado que brilla por su ausencia; y ofertar e hipotecar los espacios públicos a grupos empresariales, que lógicamente, sólo les mueve el lucro.

Así, estamos asistiendo a la construcción por parte del Ayuntamiento de Ferrol, de un edificio ilegal en la Plaza de España, que hipotecará la ciudad durante 75 años, para entregarlo a una empresa privada, sin saber que ganamos los ferrolanos. O cuando vemos en la Plaza de Sartaña, que se va a expropiar la pista polideportiva para que una empresa privada monte un “spa”, todo esto en medio de las viviendas, que pierden el único espacio verde y abierto del que disponen. O, también, vemos que amenazan con levantar la única plaza decente que queda, la de Amboage, porque algún aprovechado quiere hacer un aparcamiento bajo de ella.

En fin, los ciudadanos, y la democracia deben estar al servicio de la economía de mercado. Sobre todo, sí esta está trucada. Este es el mundo al revés.

Por eso, no es extraño que este domingo cientos de personas, de diversos colectivos sociales. Cientos de personas, diversas, de izquierda, pero también de derechas. Civiles, y reconocidos vecinos de estamentos militares estuvieran protestando. Hartos estamos de la especulación, de esta falsa modernidad que asocia cemento con bienestar.

Otro Ferrol es posible. Un Ferrol humanizado, donde todos podamos sentir que esta es nuestra ciudad, y no un negocio privado al servicio de las cuentas bancarias de las grandes constructoras.

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