2006/08/17

Galicia contra el fuego: Manifestación en Santiago el 20 de agosto


De la página de la Xunta de Galicia pude descargar el mensaje íntegro del Presidente Touriño. Aunque no extenso, sin duda es un discurso muy importante. Marca las líneas básicas de cómo va la actual Xunta a enfocar la recuperación medio ambiental y del patrimonio natural que fue arrasado estos días por incendiarios que obviamente odian a esta tierra, y a nuestra gente.

Al margen de la existencia o no de tramas organizadas, la verdad es que además de la intención, se tiene que dar las condiciones para poder propagar el fuego con este nivel de pánico ciudadano y ataque a las infraestructuras y ciudades de Galicia.

Hoy ya nadie duda de que el bipartito heredó una Galicia enferma en lo forestal y medio ambiental. La política forestal y de ordenación del territorio no se improvisa, si no que es obra de muchos años.

Por eso, resulta asfixiante la actitud del Sr. Rajoy, que pretende hacer mucho ruido para esconder las responsabilidades de la nefasta gestión del PP en el rural durante más de una década. También, resulta ridículo, por no usar términos más gruesos, el posado fotográfico del Sr. Núñez Feijoo manguera en mano, especialmente, cuando sabemos que unos treinta alcaldes del PP se negaron este año a renovar las cuadrillas contra incendios, porque la Xunta les exigía mayores controles en la contratación.

Desde el PP debieran tener más respeto por la ciudadanía. El problema que tienen es que pongan como se pongan estamos hartos de la crispación y de un Rajoy enfadado que viene a reñir a los gallegos por echarlos del Gobierno autonómico en las últimas elecciones gallegas. El PP aburre.

La transparencia informativa de la actual Xunta mitigó en gran parte el oportunismo del PP, y también los errores iniciales que tuvieron ante la envergadura del problema. Otra gran lección para los “populares”.

Más, es necesario que pronto se sustancie el Acuerdo contra el Fuego y por la recuperación de la Galicia verde. Un acuerdo que debe obligar a las fuerzas parlamentarias a trabajar juntas en el diseño de la Galicia que queremos, que permita una repoblación adecuada con especies nobles y menos eucaliptos, que necesariamente debe contar con las asociaciones de defensa de los montes y la implicación del conjunto de la sociedad civil.

Me preocupa que hagamos el diagnóstico correcto para que tomemos las medidas adecuadas en la recuperación medio ambiental, en la prevención del fuego y en la ordenación del territorio. Y para eso hace falta escapar de la crispación que algunos pretenden introducir en Galicia. Se impone la colaboración de todos… y que caiga el peso de la Justicia sobre los incendiarios.

El domingo 20, “Nunca Máis", que nos representó como pueblo durante el “Prestige” frente a la impostura de Rajoy, Fraga y Aznar, reactiva nuestra conciencia cívica convocándonos a una manifestación en Santiago de Compostela, a las 12 en la Alameda, en favor de nuestros montes. Debiera ser una gran muestra de la determinación y unidad de los gallegos para afrontar el futuro. ¡Lumes, Nunca Máis! ¡Incendiarios fuera de nuestra tierra!

En galego

2006/08/02

Israel


Supongo que a estas alturas todos consideramos que la retención de los soldados israelíes por parte de las milicias palestinas o libanesas son una mera disculpa para los gobernantes de Israel. Estamos, por si alguien tiene alguna duda en una guerra, que camuflada en “la guerra total contra los terroristas” busca simplemente la supremacía del estado sionista sobre sus vecinos árabes.

Sigue a ser una guerra de conquista, colonial. Un Gran Israel que intenta obligar a un nuevo trazado territorial y político para todo el próximo y medio oriente, en la línea del Gran Oriente ideada por la ultraderecha americana, para mantener el colonialismo y el control de las grandes reservas de petróleo y gas.

El asunto es saber hasta cuándo aguantaremos los europeos que Israel y los EEUU sigan a incendiar nuestro “patio trasero”. ¿Esperaremos a que esta mecha prendida llegue a nuestro interior, a nuestras ciudades? ¿Estamos dispuestos a que la nueva fase de lucha por la descolonización del mundo árabe, al margen de su actual ropaje fundamentalista se libre en la vieja Europa?

Porque si nuestros conciudadanos de origen musulmán siguen marginados de la vida social, del empleo, de la igualdad, y para más inri aumentamos, aunque sea por pasividad o complicidad, la humillación a los países de sus abuelos. Si nuestros estados europeos no sienten respeto por sus pueblos, si en vez de impulsar la Alianza de Civilizaciones seguimos con políticas coloniales, ¿cuándo tiempo tardarán, muchos de estos nuestros compatriotas, en participar desde nuestro corazón, desde nuestros barrios contra la impunidad israelí y sus aliados y gobernantes nuestros?

La Unión Europea debe poner orden en su casa y sus aledaños, aunque sea por egoísmo propio. Hay que mandar tropas, pero no para hacerle el trabajo sucio a Israel en el Líbano, sino para proteger a las poblaciones árabes de los ataques de las tropas judías; para recuperar las Instituciones de Palestina y del Líbano; para levantar simplemente un futuro (con dignidad).

No llega con neutralizar a Hezbolá y a las diversas milicias libanesas o palestinas. Hay que ir al origen del conflicto: Obligar a Israel a cumplir con las leyes, las resoluciones internacionales y los derechos humanos, a que vuelva a las fronteras legalizadas por la ONU, de 1947. Obligarle a liberar a los presos políticos, a las mujeres y menores palestinos retenidos extrajudicialmente. A respetar, de verdad, la existencia de un Estado Palestino independiente. Sin esto, todo lo demás es perder el tiempo.

Que nadie pretenda equiparar a los dos bandos en conflicto. Los argumentos de Israel y sus amigos son de mal pagador. Cuando mencionan lo que acontece en sus ciudades, rechazando claramente estos métodos, hay que tener claro que esto es consecuencia de la política de Israel. No se puede igualar a los verdugos con sus víctimas, aunque una parte de ellas utilicen la violencia, nunca equiparable a la del todopoderoso ejército de Israel.

Reconozco que “sufro de palestinidad”. Que no soy neutral. ¿Cómo ser neutral ante la barbarie y el genocidio? ¿Cómo ser neutral en un mundo globalizado dónde todos participamos o padecemos las políticas inhumanas? ¿Cómo ser neutral ante sesenta años de tierra prometida y personas humilladas, quemadas, aniquiladas, expulsadas? ¿Cómo ser neutral a la reedición en el Muro de Israel de los campos de concentración? ¿Cómo ser neutral…?

Una pregunta final a los ciudadanos de Israel: ¿Murieron los judíos en los campos nazis para que sus nietos reeditaran la barbarie en los pueblos árabes? Vergüenza.

En cualquier caso, Europa ya no está en deuda con ellos… y sí con los pueblos árabes.

Traducido del gallego y publicado en el Diario de Ferrol (1 agosto 2006).