2006/10/26

Galicia: Tierra de Acogida


En vísperas del Día Internacional por los Derechos de los Inmigrantes llegaron a Galicia el primer grupo de menores subsaharianos procedentes de las Canarias, bajo la tutela de la Xunta de Galicia. Frente al sensacionalismo, que fomenta el racismo y la xenofobia, debiéramos detenernos a pensar por qué unos menores deciden arriesgar la vida cruzando en un cayuco el Atlántico. Por qué, muchos de ellos, vienen después de una decisión colectiva tomada en el seno de sus propias familias.

Aunque sea muy televisiva la entrada de estos inmigrantes en las Canarias, hay que destacar que el mayor grupo de inmigración clandestina viene de Francia, o vía aérea. En cualquier caso, estamos asistiendo a un desplazamiento poblacional en el mundo, que a diferencia de las migraciones anteriores, estos vienen sí a trabajar y, también a quedarse.

Pero, ¿por qué es el “efecto llamada”? Deciden venir ante la caótica situación política y socio – económica de sus países de origen, producida por las políticas exportadas por Europa y los EEUU, que bajo la doctrina del Banco Mundial, de la OMC y el FMI expulsa a las gentes a los niveles de máxima pobreza. La globalización y los intereses de las grandes empresas suponen una forma nueva de neocolonialismo que destruye sus sociedades.

Además, conocen nuestro nivel de vida, y los comparan. Saben del crecimiento económico español de las últimas décadas. Hay, también un 22% economía sumergida, que demanda trabajadores clandestinos, sin derechos y mal pagados. Por eso, resultan perversas las intenciones de una parte de la derecha y sus “intelectuales orgánicos”, de pretender enfrentar a los inmigrantes con los trabajadores del país. La presencia de los primeros en los empleos peores y mal remunerados no bajan los salarios, ni siquiera compiten, excepto con los sectores sin formación básica y con los salarios más bajos. Lo cierto es que la inmigración y el crecimiento económico, en España evolucionan al mismo tiempo. Y en una situación de desaceleración de la economía son precisamente los inmigrantes los más vulnerables a la pérdida del empleo, sin prestaciones sociales, sin redes de protección social o familiares consolidadas.

Frente a estos intentos, que fomentan el racismo y la xenofobia es necesario fortalecer el modelo social europeo y el Estado de Bienestar. Facilitar al conjunto de la población el acceso a la educación, a la sanidad, al empleo estable, y a la vivienda. Reconocer a todas las personas que vivan en el mismo territorio iguales derechos y deberes, incluido el derecho al voto.

Los inmigrantes son personas que tienen y deben tener reconocidos sus derechos. El problema no son las personas indocumentadas, sino su situación de marginación. Es la desigualdad la que genera el conflicto social. La inmigración es una oportunidad que mejora nuestra sociedad, la rejuvenece, nos hace más competitivos en el mundo global y suma sus valores culturales a los nuestros. La sociedad mestiza es más rica.

Pero, también es cierto que hay necesidad de unificar las políticas migratorias en la UE, pero esta debe respetar los derechos de las personas a su dignidad y a elegir su proyecto de vida.

Frente a los intentos de menospreciar a las personas, es necesario visualizar la inmigración en positivo. Por eso es tan importante el papel que están desarrollando sus propias asociaciones. Las Administraciones, en primer lugar las más próximas a los ciudadanos, como son los ayuntamientos, debieran apostar claramente por desarrollar políticas que faciliten la integración y el conocimiento mutuo. No podemos vivir en caminos que aunque paralelos, no se mezclan.

Desde los propios ayuntamientos debieran fomentar la implicación del conjunto del movimiento vecinal, cultural, sindical y de los propios inmigrantes, que permitieran implementar políticas sociales que garante a todos sus vecinos, sin ningún tipo de discriminación, unos mínimos de vida. Se trata en definitiva de implicar a la gente en la vida de sus barrios, y en el conocimiento y respeto por el otro/a.

En cualquier caso, acabo con el objetivo inicial de este artículo. Felicitar a la Xunta de Galicia por esta acogida, y dar la bienvenida a estos jóvenes que obviamente viven la que, sin duda, será la experiencia más dura de su vida.

Publicado el 18 de octubre de 2006 en el Diario de Ferrol, en lengua gallega.

2006/10/07

El Banco Mundial financia el Muro de Israel, pero exige a los palestinos su pago

A través de la página de la ONG ACSUR – Las Segovias, derivé en la de Rebelión, donde hay un largo artículo sobre las intenciones del Banco Mundial para reutilizar el Muro que el Estado de Israel está construyendo en los territorios ocupados de Palestina.

Se trata simplemente de utilizar los nuevos territorios robados a Palestina para crear zonas especiales de producción industrial, donde sin ningún tipo de derecho, y bajo la vigilancia de las tropas israelíes de ocupación, los palestinos trabajen a cambio de salarios de miseria en productos que básicamente vayan para la exportación. Una vez rematado el Muro, este convierte a Palestina en el mayor campo de concentración de toda la historia de la humanidad.

Por si eso fuera poco, el BM pretende que sean los propios palestinos quienes financien este nuevo apartheid económico. Además, desde esta institución internacional consideran que los palestinos ganan demasiado en relación con los salarios del próximo oriente, aunque estos son un 25% del salario medio de un trabajador israelí.

Si alguna vez alguien tuvo dudas de para que sirven este tipo de instituciones financieras, así como el FMI, o la Organización Mundial del Comercio - o de la política racista de Israel - esta es una noticia que, por ser repugnante, basta para abrir los ojos a toda persona decente.

Basta ya de masacrar al pueblo palestino. ¿A qué jugamos desde la Unión Europea? Con planes económicos como estos estamos devaluando los conceptos de derechos humanos y de democracia, que se convierten en algo solamente instrumental, con el único objetivo de que algunos sean más ricos a cambio de expandir la miseria (incluida la moral).

¡Pero, otro mundo es posible! ¡Libertad para Palestina!