2006/07/16

Agresión a los pueblos palestino y libanés

Las autoridades de Israel aprovechan la cobardía europea y la complicidad de los Estados Unidos para agredir, una vez más, a los pueblos árabes.

Esta vez, la disculpa es la captura de soldados israelíes que atacaban a la población civil.

Desde la visión eurocentrista con mucho relajo llamamos terrorismo a las acciones de los diversos grupos armados palestinos y a las acciones de las fuerzas de ocupación de Israel, la catalogamos de “legítima defensa”. ¿Son terroristas los judíos que en el guetto de Varsovia, o los partisanos yugoslavos, o los españoles en Francia, que se enfrentaron a las tropas nazis de ocupación?

Estoy seguro que si los judíos exterminados en los campos de concentración durante la Segunda Guerra Mundial levantaran la cabeza, sentirían vergüenza de lo que sus nietos están haciendo a la población palestina y libanesa.

Va siendo hora de que Naciones Unidas ponga tropas internacionales, que protejan a la población árabe de los ataques de Israel, obligándola a respetar las leyes internacionales y las fronteras palestinas de 1967; y así mismo, permitan la reorganización de las instituciones palestinas y la creación de una policía única y eficaz que sustituya a las diversas milicias de los partidos palestinos.

Hamas o Hizbulá son la consecuencia de la política fascista de Israel, de la complicidad americana y de la cobardía europea. Paz, pan, justicia, dignidad y libertad son las recetas para acabar con el conflicto.

Lo acontecido en Palestina y el próximo oriente, en estos últimos sesenta anos es un auténtico genocidio similar a lo que pasó en la antigua Yugoslavia, sólo que aquí no se conocen casos de violaciones colectivas y masivas de niñas y mujeres árabes. ¿Cuál es la diferencia entre Milosevic y las autoridades de Israel?

¿Durante cuánto tiempo más la Unión Europea va a ser cobarde, a permitir que en nuestro corazón estalle la destrucción de los derechos humanos? ¿Durante cuánto tiempo más vamos a tolerar la construcción de ese Muro que convierte Palestina en el mayor campo de concentración de la humanidad?

Palestina y el mundo árabe tienen derecho a existir. Solidaridad con los pueblos palestino y libanés.


Otros artículos mios relacionados:
“Agresión ao Pobo Palestino” (4 julio 2006)

“Palestina”, publicado en Diario de Ferrol (2003)

“Palestina, a terra prometida”, publicado en Razón Socialista nº 18 (2004)

Referencias de otros autores:

“Gaza” por Jordi Pedret

5 comentarios:

Carol Crisosto dijo...

Sin comentarios, ya no quedan palabras

franhilz dijo...

Neil Young comenzó un famoso concierto en Alemania con la frase, “This is the same old song…”.
Quería decir que ese concierto de 1990 no era otra cosa que el mismo viejo concierto que él comenzó muchos años antes, por ahí a fines de los 60s.

La guerra actual entre árabes e israelíes es también la misma vieja guerra de siempre.
Una guerra que comenzó en 1948 con el ataque conjunto de los países árabes contra el recién nacido Israel y que resultó en la primera guerra abierta entre el Mundo Árabe-Musulmán e Israel, en el siglo XX.

Se puede decir, incluso, que esa guerra comenzó mucho antes: con las matanzas de judíos en Jerusalén en los 1920s por parte de la turba árabe y después en los 30 y 40 con la cooperación que los palestinos dieron a Hitler y a los nazis, durante la guerra mundial – de la mano de su líder de entonces, el mufti Al-Husseini.

Desde esos años, la guerra entre el mundo árabe-musulmán e Israel es una misma y vieja guerra, con sólo algunos pocos días o semanas de tranquilidad – que más que paz son preparación para el próximo round.

Ya en 1947, los árabes y los musulmanes en general no aceptaron la repartición de tierras que la ONU hizo entre judíos y árabes, desconocieron el derecho de los judíos a tener un país en sus tierras históricas y optaron por la guerra para “borrar del mapa a los judíos”.

Mucho ha pasado desde entonces, muchas guerras y de todo estilo, pero las intenciones árabe-musulmanas de genocidio sobre el pueblo israelí sigue exactamente igual: así lo dice Ajmadinejad, el presidente de Irán - así lo aseguran los terroristas de Hamás en Gaza – así lo aseguran los terroristas de Jizbaláh en El Líbano.

Aún hoy, gran parte del mundo árabe y gran parte del mundo islámico no reconoce que los judíos han regresado a sus antiguas tierras y han levantado allí un país muy pequeño, pero moderno, democrático y próspero.
En 1947, los judíos aceptaron la repartición pacífica que la ONU hizo de esas diminutas tierras entre ellos y los palestinos y se dispusieron a construir un país.

Los palestinos, llevados a la fuerza por un tsunami de fascismo nacionalista y militarismo y por el resto de los países árabes no aceptaron esa repartición e iniciaron una guerra genocida contra el ínfimo Israel, guerra que dura hasta hoy mismo.

Esa guerra ha tenido muchos rounds y se ha peleado de muchas maneras.
En los 70s los árabes descubrieron la fuerza que tenían en sus manos al ser dueños casi absolutos del petróleo mundial y comenzaron a usarlo como arma de chantaje y boicot contra el Estado hebreo, abriendo así otro frente de confrontación.
En los 80s los árabes descubrieron el poder que la propaganda y la opinión pública tienen en Occidente y descubrieron también que ambas cosas pueden comprarse con los trillones que tenían del petróleo – abrieron así el frente confrontacional basado en propaganda.

Derrotados y humillados en el campo de batalla por un Israel mucho más pequeño en terrenos y número de soldados, los árabes desarrollaron entonces una campaña mundial de propaganda, falsedades y odio anti-israelí.
Esa campaña continúa hasta hoy – mantenida por trillones de petrodólares.
Y a ella se han unido los movimientos racistas de siempre, los nazis y los neo-nazis, los antisemitas de siempre y en la última década la extrema izquierda mundial, los comunistas, los ex-comunistas y los neo-comunistas.

No es un enemigo fácil para un país de seis millones de habitantes y más chico que el Lago Ontario, como lo es Israel.
Los árabes del mundo suman más de 500 millones en 22 países. Los musulmanes suman más de mil doscientos millones en 57 países.
Más el poder del petróleo.

Esa cantidad increíble puede torcer cualquier votación en la ONU y comprar mucho apoyo en la prensa.

Si a esa inmensa superioridad cuantitativa árabe-islámica se suma la ignorancia con que sus líderes mantienen a sus pueblos, el manejo fanático que han logrado con la religión, el uso inmoral de su gente como armas de terrorismo y la tembleque oposición de los “líderes” occidentales – parece una guerra perdida de antemano.

Y a ese enemigo monstruoso, se le suman muchos desde aquí mismo – los grupos de quinta-columnas y traidores que se encuentra en toda conflagración: la derecha extremista, racista, con su odio de siglos hacia los judíos y ahora la izquierda extremista marxista, que encuentra así una manera de lamerse las heridas que le ha dejado la desaparición de la URSS – odiando a un amigo de los EEUU, al que culpan de la caída de su Imperio Rojo (como el dictador Fidel Castro y el patético Hugo Chávez).

Parece demasiado para Israel – con seis millones de habitantes, pequeño, sin petróleo y sin trillones para comprar consciencias entre “intelectuales” y “periodistas”.

Sí, es la misma larga vieja guerra que los árabe-musulmanes abrieron contra Israel en 1947.
La misma guerra racista, fanática, xenofóbica – con raíces en la ignorancia del populacho, en el fanatismo religioso más primitivo y en una enfermiza capacidad para odiar a otros seres humanos.

El terrorismo palestino era hasta hace poco justificado por los agentes propagandísticos árabe-musulmanes-nazi-comunistas como una respuesta a la “desesperación de la ocupación”.
Tal cancioncita era repetida como rezo y hasta el cansancio por todos estos agentes de propaganda.

Sin embargo, entre 1994 y 2000, Israel se ha retirado del 80% de los territorios palestinos, ha devuelto todas las ciudades y poblaciones a la administración palestina.
¿Resultado? – el terrorismo palestino ha aumentado!
A tal manera que Israel se vió obligado a levantar un muro! para tratar de detener el envío constante de terroristas suicidas palestinos contra la población israelí.

En agosto del 2005, Israel se retiró totalmente de Gaza, entregándola a manos palestinas.
¿Resultado? – Entre ese agosto y hoy los palestinos han lanzado desde Gaza casi 700 proyectiles Qassam contra poblaciones y ciudades israelíes. Han entrado a Israel, han asesinado y secuestrado soldados.

En el 2000, Israel se retiró totalmente de la franja de seguridad de 9 kms que mantenía en el sur del Líbano, No más “ocupación”. Frontera internacional.
¿Resultado? – Jizabaláh sugue lanzando cohetes katiusha contra las ciudades israelíes del norte. Sus terroristas entran a Israel, matan soldados y secuestran a dos más.

El constante cumplimiento de los acuerdos internacionales con los palestinos no le han traído ninguna paz a los israelíes – sólo le han traído un terrorismo aún más sangriento y aún más cercano.

Es la misma vieja guerra. Es sólo un nuevo round de la misma.
Y como siempre a Israel no le queda otra opción que ganarla – contra todo y todos, contra lo que pueda opinar o no opinar la comunidad internacional.
Otra opción es la desaparición genocida a manos del mundo árabe-musulmán.

Llegó el momento de decir basta. Y el mensaje debe quedarles ultra claro a los líderes árabe-musulmanes: “Don’t mess with me!”.
Esta vez la respuesta israelí debe ser dura, dolorosa y profunda para los líderes árabe-mulsulmanes. El mensaje debe ser claro e inequívoco: “Don’t mess with me!”.

Si lo es, quizás podamos gozar de algunos años de tranquilidad.
Hasta que el fanatismo primitivo críe nuevos guerreros o se recupere militarmente.
Cuando llegue ese momento, será hora de un nuevo tratamiento.

Tengo esperanzas de paz, pero conozco demasiado bien la realidad.

Carol Crisosto dijo...

Frank que caballeroso y respetuoso se te ve por aca, en cambio cuando edité este post en mi blog
fuí agredida por el solo hecho de linkear a Candil.

franhilz dijo...

Es increíble, Carol que una profesional chilena, que ha pasado por la universidad y sabe escribir en castellano colocando bien los acentos, pueda leer - sin que se le vuelque el estómago - sitios como este Candil - lleno de odio antisemita del tipo más abyecto y primitivo.
Lleno de mentiras y exageraciones y torceduras de la realidad.

Me asombra que un profesional chileno no tenga los filtros adecuados que le permitan detectar (oler) la basura intelectual que sitios como el Candil son.

Chile siempre ha sido un país con profesionales sensatos y responsables - no tienen un historial racista y antijudío como los europeos.

Lamentablemente, tú estás destrozando ese buen nivel.
Debe ser tanta cercanía con tantos sitios "revolucionarios" (de escritorio), socialistoides o definitivamente comunistas.

Una lástima.

O Candil dijo...

Querido Frank un país que se pone de acuerdo para exterminar a otro pueblo no es democrático.
¿Dónde están las ciudades destruidas, los presos políticos, las mujeres y los menores retenidos extrajudicialmente? ¿Son iguales las víctimas y los verdugos, aunque estos últimos tengan el aval de los EEUU?
¿Murieron los judios en los campos nazis para que sus nietos hagan barbaridades con los pueblos árabes?